En los últimos años, el teletrabajo ha pasado de ser una opción minoritaria a convertirse en el formato de trabajo para un gran grueso de trabajadores y profesionales en varios países del mundo. Este proceso se vio impulsado a consecuencia de la pandemia del Covid-19, y desde entonces, ha afectado a la forma en la que vivimos y sobre todo, en la que trabajamos.
Previamente a la pandemia, la gran mayoría de personas se veían forzadas a vivir en grandes ciudades para estar más cerca de sus puestos de trabajo, pero en el escenario actual esta necesidad se ha disipado, lo que ha supuesto un cambio en la demanda del mercado inmobiliario. Este hecho se ha traducido en que, a día de hoy, las viviendas situadas en zonas suburbanas de la primera y la segunda corona metropolitana se valoren más y sean mucho más atractivas por estar alejadas del ajetreo y de los inconvenientes que supone vivir en una gran ciudad. Estas residencias permiten disfrutar de un entorno más confortable, menos estresante y relajado para vivir y trabajar. En este sentido, los inmuebles dotados de tres o cuatro habitaciones están teniendo una mayor demanda por la necesidad de destinar una de estas habitaciones como despacho u oficina. Tanto ha sido y es el boom del trabajo en remoto, que, de hecho, algunas nuevas promociones integran en el mismo edificio, especialmente en los bajos, espacios de coworking.
Además, las fincas que cuentan con espacios exteriores también han incrementado la demanda y, por tanto, su valor. Y es que con el aumento del teletrabajo, cada vez son más las personas que no tienen que salir de casa para ir al trabajo y que buscan viviendas que dispongan de espacios exteriores como terrazas, patios o jardines para disfrutar del exterior sin la necesidad de salir de casa.
Otro de los factores que se considera clave es la conectividad de la vivienda a la hora de elegir un lugar en el que vivir. Se trata de un factor que ha ganado protagonismo, especialmente en un contexto en el que el teletrabajo es parte del día a día de muchos trabajadores que necesitan la suficiente velocidad para realizar videollamadas y enviar documentos. De esta forma, los compradores dan una especial prioridad a la calidad de la conexión a Internet, ya que una conectividad rápida y fiable se ha convertido en esencial para trabajar de manera eficiente.
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