Si estás considerando realizar una inversión inmobiliaria en Cataluña, en especial en la zona del Vallès, una de las zonas más dinámicas del territorio y que se sitúa muy cerca de la capital catalana, te explicamos los cinco mejores ciudades para hacerlo. Ciudades que destacan por ofrecer una alta calidad de vida sin renunciar a las oportunidades únicas y prometedoras de las ciudades. Y es que, como dice el refranero popular, "Com el Vallès no hi ha res" (Como el Vallès, no hay nada).
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1. Sabadell: La ciudad donde se fusiona modernidad e historia
Sabadell, la cocapital del Vallès Occidental, destaca por su mosaico de modernidad e historia que cautiva a cualquiera. En el corazón del casco antiguo, las calles empedradas son testigos de su pasado rico en anécdotas. La plaza de Sant Roc, con su iglesia gótica, es un pórtico hacia el tiempo antiguo y, en contraste, encontramos barrios como el de Can Rull y Can Llong que presentan una arquitectura más contemporánea, revelando la vitalidad de una ciudad que abarca el futuro sin olvidar su pasado. Esta dualidad enriquece la paleta inmobiliaria de Sabadell, ofreciendo propiedades que se adecuan a distintos gustos y estilos de vida. Desde chalets modernos con exuberantes jardines, hasta apartamentos acogedores en edificios con encanto, Sabadell tiene una gran variedad de opciones que definen su identidad única y que gustarán a inversor que necesiten que su activo no pierda valor.
Mientras que la ciudad vieja de Sabadell, la vida cultural florece con teatros como el Ateneo y el Auditorio, con variedad de espectáculos y eventos y decenas de restaurantes, cafeterías y tiendas locales, en las afueras de la ciudad, se pone el acento en zonas verdes, ideales para familias que buscan un ambiente tranquilo.
2. Terraza: El refugio verde cerca de Barcelona
Terrassa, a los pies de la Mola y de la Sierra de Collcardús es un refugio verde para los amantes de la naturaleza y la armonía urbana. El Parque de Vallparadís, un tesoro verde con lagos y zonas de recreo, es una invitación a conectar con la naturaleza. Los barrios más populares se mezclan con las zonas más residenciales y ofrecen una paleta de opciones. En esta otra cocapital del Vallès Occidental, el mercado inmobiliario refleja un equilibrio entre naturaleza y urbanidad, cuyas propiedades van desde pisos con vistas panorámicas hasta chalets con amplios jardines y en el que los inversores encontrarán varios precios. Terrassa se caracteriza por su estilo de vida que fusiona la comodidad de la ciudad con la serenidad del verde.
Terrassa cuenta con un centro histórico con un encanto único con calles empedradas y edificios con detalles arquitectónicos que denotan la riqueza histórica de la ciudad. La iglesia del Sant Esperit de Terrassa, ubicada en la plaza Vella y otros monumentos, ofrecen un viaje en el tiempo y el barrio modernista, con sus casas de estilo modernista, es una atracción para los amantes de la arquitectura. Aparte, las zonas residenciales de Terrassa, como Can Roca y Can Palet, destacan por sus propiedades exclusivas. Con áreas verdes, parques y servicios cerca, estos barrios ofrecen una calidad de vida excepcional y es que la ciudad egarense brinda una gran diversidad de barrios y estilos de vida, para quienes desean una fusión perfecta entre la naturaleza y la ciudad.
3. Sant Cugat: Alta calidad de vida
Sant Cugat, un sinónimo de ciudad, verde y segura y brilla con una luz propia dentro del Vallès. Su centro histórico cuenta con una amplia oferta de comercios y servicios para todos los gustos e invita a pasear. La icónica plaza de Octavià, con el Monasterio, emana una atmósfera de serenidad y nobleza. En el centro podemos encontrar desde las típicas casas de pueblo con edificios plurifamiliares. Otras zonas como Can Trabal y Valldoreix ofrecen propiedades exclusivas. Sant Cugat es una apuesta segura para realizar una inversión inmobiliaria, dado que su interés por vivir se mantiene con el paso del tiempo.
Por su parte, el barrio de la Floresta dispone de residencias de todo tipo, desde pequeñas viviendas hasta exclusivas fincas, la mayoría con vistas panorámicas. Valldoreix y la Floresta son dos zonas tranquilas y apartadas de ruidos, que ofrecen residencias de diferentes tamaños, pero en su mayoría con jardines y piscinas, una mezcla equilibrada entre la naturaleza y elegancia. Desde los chalés con amplias zonas verdes hasta los apartamentos con detalles de alta gama. En Sant Cugat la mayoría de las calles tienen árboles, y hay parques en cada barrio.
Sant Cugat es un paraíso residencial, con propiedades que se integran armoniosamente con el entorno.
4. Granollers: La ciudad emergente del Vallès con muchas oportunidades inmobiliarias
Granollers, la capital del Vallès Oriental, es un polo de innovación y oportunidades inmobiliarias. Su barrio antiguo, con la plaza de la Porxada como epicentro, respira historia comercial y, al mismo tiempo, el mercado de Can Trull, con su espíritu animado, es una ventana a la vida cotidiana. Barrios como Les Franqueses y La Porxada ofrecen un equilibrio entre la tradición y la modernidad. El mercado inmobiliario de Granollers refleja esta dinámica, ofreciendo una variedad de opciones que van desde pisos modernos hasta masías con encanto que la ubican como ciudad emergente. La ciudad es una oportunidad para los inversores que buscan diversificar carteras.
Granollers, con su casco antiguo, transporta a los visitantes a épocas pasadas con calles estrechas con tiendas locales que crean una atmósfera pintoresca y acogedora. La catedral de Granollers, con su arquitectura gótica, es otra joya histórica. La diversidad de propiedades, desde elegantes pisos hasta áticos con vistas, están pensadas para diferentes estilos de vida.
5. Cerdanyola del Vallès: La ciudad cerca de las universidades y la innovación
Cerdanyola del Vallès es un atractivo para las familias que quieren apostar por el conocimiento. Su proximidad a la Universidad Autónoma de Barcelona y otros centros de investigación, como el Sincrotrón ALBA y las empresas que le dan servicio, la han convertido en un polo de actividad académica y empresarial. Cerdanyola cuenta con el barrio de Bellaterra, donde encontramos residencias y chalés muy elegantes, mientras que la zona de Ca n'Aurell, con un nuevo desarrollo inmobiliario, es prometedor para los inversores que buscan propiedades con grandes salidas.
Cerdanyola conserva el encanto tradicional y la iglesia de Sant Martí, con su arquitectura románica, tiene una presencia imponente, así como las calles Major y Girona, que facilitan una mirada a la historia local con tiendas y restaurantes.